Estos perros en sus formas actuales, descendería, a través de una lenta selección, de una raza de pelo duro más primitiva y feroz, cuyos orígenes son comunes a todas las otras razas de pastor de Europa central. El estándar oficial fue fijado a finales de 1800 y desde entonces se ha tratado de modificarles, especialmente en lo relativo a su carácter, en un tiempo excesivamente agresivo. Ha comenzado así su difusión también fuera de Francia, aunque por sus cualidades naturales, ciertamente nada apacibles, son pocos los que se acercan a este perro que, sin embargo, con un adecuado adiestramiento, puede convertirse en un guardián muy seguro.